viernes, noviembre 24, 2006

A song...

Permanezco sentada escuchando atenta y escrupulosamente aquélla pieza que alguna vez cruzó por nuestros oídos, esa pieza que alguna vez formó parte de la sencillez con la que nos mirábamos, esa pieza acompañada de aquéllos sonidos tan perfectos que una vez más han traído recuerdos a mí, esa pieza que juntas, alguna vez, tarareamos mirando el cielo.

Pieza a final de cuentas una pieza, pero no una más para mí; porque esa pieza dejó una huella imborrable y como tal quedará grabada en mi mente por el resto de mi vida.

El soplar del viento la tararea, la música existe mientras camino por las calles frías y oscuras de la ciudad,cuando camino triste y desolada sin rumbo.

El saber que existe alguién como tú, me reconforta, me hace feliz.

Recuerdos y más recuerdos permanecen en mi cabeza de aquéllos momentos que pasamos algún día; tan maravillada de los momentos tan únicos que fueron, pero a la vez tan consciente de que quizá jamás volverán a repetirse, al menos, no en el mismo lugar, no con el mismo atardecer que los caracterizó, no con la misma simpleza de nuestras risas que poco a poco el tiempo se fue llevando, no por los mismos motivos que nos acercaron una vez allí, pero sí con la mirada sincera de la incondicionalidad de una verdadera amistad; siempre pensando en ti.

Qué hermoso es saber que existe alguién como tú.

Vives en mí.